Pyongyang, 28 de noviembre (ACNC) -- Se tornan más abiertas ahora las imprudentes maniobras militares de Estados Unidos, comenzadas desde el inicio de este año amenazando gravemente la estabilidad estratégica de la Península Coreana y su contorno.

Estos días, EE.UU. y la República de Corea (RC) desarrollaron en la cercanía de Phyongthaek de la provincia de Kyonggi los ejercicios marítimos contra las operaciones especiales incorporando las fuerzas navales y aéreas inclusive el destructor cargado de misiles teledirigidos, el helicóptero antisubmarino y el avión de patrulla naval, bajo el pretexto de hacer frente a una "filtración".

Además, el país norteamericano reforzó más los cazas F-16 en la base aérea de Osan de la provincia de Kyonggi como una parte del ensayo de operación de segunda etapa de la "aviación superpotente" dando más acicate al fortalecimiento de capacidad de operación conjunta.

EE.UU. organizó dos aviaciones superpotentes al desplazar los cazas F-16 de las bases aéreas de Kunsan de la RC y de Misawa de Japón en la base aérea de Osan, situada a 64 kilómetros desde Seúl, y procura mejorar su capacidad de operación, lo cual persigue los objetivos de controlar con la fuerza a la RPDC y otros países regionales y garantizar la supremacía aérea en el tiempo emergente.

Los alborotos de ejercicios militares y las maniobras de aumento armamentista de EE.UU. y la RC contra los Estados soberanos independientes de la región no devienen los asuntos limitados a la Península Coreana y su contorno.

El día 18, ambos países empezaron el entrenamiento conjunto anti-submarino Silent Shark movilizando los submarinos y aviones de patrulla naval en las aguas cercanas a la isla Guam.

El día 21, fue conocido por los medios de prensa el hecho de que la infantería de marina estadounidense instaló una base avanzada de armamento y nodriza en la isla Yonagni de Japón, cerca del Estrecho Taiwán.

Por otra parte, EE.UU., que solía hablar de la "libertad de navegación", quiere emprender a principios de diciembre junto con sus fuerzas seguidoras como Japón y la RC el ejercicio de la "iniciativa de seguridad de proliferación" que tiene como objetivo violar el derecho legítimo a navegación de otros países y realizar un bloqueo marítimo integral.

La imprudencia militar de EE.UU., que se perpetra de manera rutinaria pese a las reiteradas preocupaciones de la sociedad internacional, deja en claro dónde está el origen de la inestabilidad de la situación regional y quién es el promotor del "cambio del statu quo unilateral", de que habla tanto ese país norteamericano.

El movimiento militar de EE.UU. y la RC hace confirmar correctamente a los países regionales la esencia de la "mejora de relaciones con los países regionales" y de la "estabilidad de la situación", en que insisten ellos en el ámbito externo.

Con el cartel de publicidad del "entrenamiento regular", nunca puede ocultar el carácter agresivo de los actos provocadores que entrañan el extremado belicismo y carácter ofensivo, ni la verdad de que EE.UU. es el factor maligno que agranda la posibilidad del choque armado.

Ya se ha conservado como el valor absoluto en la mente de los Estados soberanos independientes de la región la verdad de que EE.UU. es el caudillo que amenaza la paz y estabilidad y perturba el equilibrio de seguridad estratégica.

Nuestro Estado mantiene el principio invariable y la posición absoluta de estar siempre listo para reaccionar a los movimientos tendentes al enfrentamiento y a cualquiera consecuencia que se pueda emanar de ellos.

Ya dejemos en claro que todas las amenazas que se acerquen al teatro de nuestra seguridad se pondrán al alcance de nuestra puntería directa y se controlarán a manera necesaria.

Cuanto más EE.UU. renueva sus récordes en la demostración del poder militar contra los países regionales, tanto más nos dedicaremos a los esfuerzos por defender los derechos e intereses de nuestro Estado y preservar la paz y estabilidad de la región como un ejercicio de los derechos necesarios. -0-