Pyongyang, 2 de octubre (ACNC) -- El director para Rusia Kim Jong Gyu del Ministerio de Relaciones Exteriores de la República Popular Democrática de Corea publicó el día 2 la siguiente declaración:
Ya pasó un año desde que el incidente de explosión de los gasoductos de la "Corriente del Norte" diera gran impacto a la sociedad internacional.
Todavía sigue fresca en la memoria de la sociedad internacional la conducta irracional de EE.UU. y el Occidente que en el momento de estallido del caso, fomentaban la hostilidad a Rusia imputándole la responsabilidad sin ton ni son.
Deja muchas interrogantes sobre el autor verdadero el hecho de que Alemania, Dinamarca y Suecia, partes del equipo de investigación del caso, no pueden dar ningún resultado y hasta los politiqueros de EE.UU. y el Occidente, que hablaban tanto de la "autoría de Rusia", eluden hacer referencia en el mismo tema.
Durante un año transcurrido, los medios de prensa y especialistas de prestigio mundial comprobaron con suficientes datos que Rusia no tiene nada que ver con la explosión de gasoductos.
Por otra parte, se produjo un revuelo internacional al darse a la publicidad una tras otra las pruebas irrefutables que hacen señalar a EE.UU. y el Occidente como fautores traseros del incidente.
Ellas comienzan por la opinión de que el suceso se trató de una operación especial cumplida por los buzos de la marina de guerra estadounidense según la indicación de Biden y terminan en la información de que EE.UU. y algunos países europeos conocían ya 3 meses antes de la ocurrencia del incidente el plan de destrucción de gasoductos que tenían las autoridades de Zelenskiy.
Como resultado, se torna cada día más incrédulo el "rumor de autoría de Rusia" que habían llenado los planos de los medios occidentales y se agudiza más la vigilancia de la sociedad internacional a las fuerzas anti-Rusia como EE.UU. y la camarilla títere de Zelenskiy.
En tal circunstancia, EE.UU. y el Occidente no informan siquiera a Rusia el resultado de investigación de hasta ahora rehusando obstinadamente la justa demanda de ella de incorporar esta parte directa en las pesquisas y abrir una investigación conjunta internacional bajo el control de la ONU.
Esto no pasa de ser una necia artimaña para encubrir las huellas de su crimen dejadas en el incidente.
La situación actual vuelve a poner en claro la cínica política de doble rasero y malsana intención de EE.UU. y el Occidente que se dedican a la demagogia para satanizar a los países independientes hablando inoportunamente de la "imparcialidad" y "objetividad".
La sociedad internacional, amante de la justicia y verdad, deberán sumarse a la demanda justa y razonable de Rusia sin permitir nunca la ilegal arbitrariedad y despotismo de EE.UU. y el Occidente. -0-
www.kcna.kp (2023.10.02.)