Un día de mayo de 1948, el gran Líder, camarada
Reunido con los ancianos, el Presidente dijo que el país atenderá a los viejos sin hijos y les encomendó vivir cómodamente aquí leyendo el periódico y trabajando si les permite la condición física.
En el comedor, el Presidente instruyó servir varios platos según el gusto de los asilados.
Antes de abandonar el lugar, reiteró que debemos cuidar con responsabilidad a los viejos aunque cueste mucho trabajo para que ellos vivan en nuevo mundo mejor.
Los ancianos agradecieron al Presidente quien ofreció una vida verdadera a ellos que eran objetos de maltrato y desprecio durante el coloniaje japonés. -0-
www.kcna.kp (2025.06.30.)