Pyongyang, 30 de junio (ACNC) -- Los pueblos de la República Popular Democrática de Corea y la Federación de Rusia celebran como fiesta común el primer aniversario de la histórica Cumbre Corea-Rusia de Pyongyang y de la concertación del Tratado sobre la Asociación Estratégica Integral entre la RPDC y la FR, que colocaron en la altura suprema tradicionales relaciones entre dos países.
El estimado camarada
En el encuentro estaba presente el embajador extraordinario y plenipotenciario de la FR en la RPDC, Alexandr Matsegora.
El anfitrión dio cordial bienvenida a la visita a Pyongyang de la delegación rusa y sostuvo una conversación amistosa con su jefa.
Esta le agradeció sinceramente la profunda atención que presta a su delegación aunque está muy atareado.
El mandatario coreano señaló que los amplios y profundos intercambios y cooperación se fomentan cada día más en todas las esferas después de la firma del nuevo acuerdo interestatal, lo cual contribuye de forma sustancial a la prosperidad común, el desarrollo y el fomento del bienestar de ambos países y pueblos.
Son importantes todas las ramas de la vida estatal y social y sobre todo los intercambios en la esfera de cultura y arte juegan un rol importante en consolidar la base de la opinión pública de ambos países y promover la amistad, el entendimiento mutuo y la simpatía de los dos pueblos, apuntó.
Por eso, es necesario que la rama cultural oriente las relaciones bilaterales, destacó e insistió en la necesidad de ampliar los intercambios y la cooperación en esta rama a fin de conocer y aprender más de las excelentes tradiciones culturales de cada cual.
Olga Lyubimova expresó su emoción por sostener un encuentro con el respetado camarada
Su visita en junio a Pyongyang con los conjuntos artísticos es una buena oportunidad para que el pueblo coreano tenga una comprensión más profunda sobre la excelente cultura rusa, afirmó el anfitrión y manifestó su convicción de que en esta ocasión se profundizarán más la fraternidad combativa y los sentimientos de amistad de los dos países.
Se intercambiaron opiniones sobre los planes en perspectiva de intercambio y cooperación en el dominio cultural.
Departieron en un ambiente ameno.
Guiado por la ministra de Cultura, el Secretario General vio en el Gran Teatro de Pyongyang Este las fotos de grandes monumentos, edificios famosos, paisajes naturales y ciudades principales de Rusia.
Ese día, presenció junto con ella una función de artistas rusos en ocasión de su visita a Pyongyang y otra de respuesta de artistas coreanos.
Los acompañaron cuadros del Partido y el Gobierno, funcionarios de las ramas artística, cultural y afines, así como creadores y artistas coreanos.
Además de los integrantes de la delegación rusa, estaban presentes los miembros de la sede diplomática rusa en Corea.
Los artistas rusos pusieron en escena diversas piezas que reflejan el fervoroso sentimiento patriótico, el sentido de justicia, la firmeza, el optimismo y otros distintivos de su nación.
Impresionaron profundamente al público las canciones famosas y las danzas folclóricas acerca de la cultura, las costumbres tradicionales y la larga historia del pueblo ruso.
Lo complacieron las canciones coreanas como la folclórica "Arirang".
El camarada
Seguidamente, se ofreció la función de respuesta de los artistas coreanos que ensalzaron los nobles sentimientos ideológicos y patrióticos de ambos pueblos que forjan con decisión el futuro superando todos los desafíos de la historia.
En medio de efusivas ovaciones de los espectadores, la función les infundió la fe en que con la historia de la victoria se perpetuarán la fuerte aspiración y vigor de ambos pueblos y ejércitos de levantar sin falta Estados prósperos y poderosos, así como la amistad combativa y la auténtica obligación internacionalista teñidas con la sangre.
En las funciones, que indudablemente dejaron profundas huellas, las entidades artísticas ratificaron su prestigio al describir nítidamente la fraternidad y los lazos de amistad entre los dos pueblos con gran habilidad artística y depurada representación.
Antes de despedirse de los huéspedes rusos, el camarada