Pyongyang, 2 de agosto (ACNC) -- El comentarista de asuntos internacionales Ri Chol Hyok hizo pública una nota intitulada "'Resultado óptimo' de la sumisión a EE.UU.".
Su texto íntegro va como sigue:
El 27 de julio pasado, la presidenta de la Comisión de la Unión Europea, Leyen, se reunió con el presidente norteamericano en el club de golf en Turnberry en Escocia y dio a la publicidad el acuerdo marco entre la UE y EE.UU. sobre el tema arancelario.
Según el documento, EE.UU. mantendrá tal como estaba el 50% de los aranceles de los productos de acero y aluminio de la UE y aplicará el 15% a las mercancías de fabricación de la UE. Y a su vez, la UE deberá comprar durante 3 años próximos enorme cantidad de pertrechos de producción norteamericana, además del gas líquido y petróleo de fabricación norteamericana, valorados en 750 mil millones de US$, e invertir 600 mil millones de US$ a su contraparte.
Al respecto, Leyen estimó que el acuerdo es el "resultado óptimo" que puede obtener la UE en la situación actual y estabilizará las relaciones comerciales entre la UE y EE.UU.
Entonces, ¿se puede decir que el presente pacto es beneficioso para la UE como preconiza Leyen?
Tan pronto como se publicara el convenio, EE.UU. expresó con satisfacción que ha conseguido el 99.9% de lo que deseaba.
Al contrario, en el continente europeo se dan a la publicidad las protestas melancólicas de diferentes círculos.
El premier francés calificó de desigual el acuerdo que estipula la imposición de aranceles de 15% a las mercancías de fabricación europea y la exclusión de los productos norteamericanos en la lista arancelaria, y lamentó que aquel "día tenebroso" de acuerdo la UE se arrodilló ante la presión de EE.UU.
El premier alemán, que insistía en lograr de prisa un acuerdo arancelario haciendo hasta las concesiones a EE.UU., confesó que el presente pacto ejercerá una grave influencia negativa sobre la economía nacional basada en la exportación.
Su homólogo italiano dijo desanimadamente que la influencia positiva del acuerdo será juzgada por sus detalles.
El premier polaco señaló con preocupación que llegarán a más de 2 mil 100 millones de US$ las pérdidas que sufrirá su país, mientras su par húngaro se burló de que "Trump desayunó a Leyen".
El canciller húngaro urgió fuertemente la sustitución inmediata de la dirección de la UE.
El presidente del Comité Internacional de Comercio del Parlamento Europeo se mostró muy descontento diciendo que no se puede calificar el resultado de las recientes negociaciones de la victoria de la Unión Europea ni de los éxitos diplomáticos y que siendo la concesión unilateral de la UE en vez de la cooperación comercial de beneficio mutuo y coprosperidad, el presente acuerdo no conviene al interés fundamental de la Europa, hecho que representa la opinión pública de la Europa.
En tal circunstancia, el círculo económico de Alemania, primera potencia económica del continente, clama opinando que la industria automovilistica de su país perderá cada año miles de millones de dólares debido al gravamen arancelario de 15% impuesto por EE.UU. contra los automóviles de fabricación europea y se desaparecerán al máximo 70 mil empleos nacionales.
Por otra parte, un órgano de análisis económico del Occidente previó que reducirá 0.5% el producto bruto nacional de la UE debido al reciente acuerdo de aranceles.
Los medios de prensa europeos critican cada día el acuerdo en cuestión como una derrota amarga para la UE ocasión en la cual puso al desnudo su impotencia.
Como opinan los medios de prensa y los especialistas es obvio que las cargas económicas ocasionadas por ese convenio se impondrán a los consumidores europeos y los habitantes en peor situación de vida pasarán muchas penalidades.
Ese acuerdo desigual y humillante no es el producto de la asimetría en las relaciones comerciales o del conflicto arancelario entre los países sino el resultado inevitable de la acostumbrada confianza ciega de la UE en EE.UU. y su política sumisa a este país.
En cuanto a las actuales relaciones entre ambas partes del Atlántico, un medio de prensa de EE.UU. transmitió que el "sacrificio" de la Europa para su país llevó el continente europeo a la situación miserable y le aconsejó que deba reestablecer la capacidad de pensamiento estratégico y aprender el método de proteger sus propios derechos.
Ahora se escuchan en el interior de la Europa las voces de vituperio del ese acuerdo como "ignominia de la UE y el desequilibrio de las fuerzas" y de exhortación a reducir el nivel de la dependencia militar y técnica en EE.UU., aunque sea tarde.
La UE debe darse clara cuenta, aunque fuera ahora, de que su dependencia de EE.UU. es un factor principal que denigra su honra internacional. -0-
www.kcna.kp (2025.08.02.)