Pyongyang, 17 de enero (ACNC) -- Se reportan sin cesar por doquier de nuestro globo terráqueo las masacres y las guerras, por lo cual la humanidad aspira más que nunca la paz y la estabilidad del mundo.
Pero, tal deseo no se realiza por culpa de EE.UU., país belicista de pésima calaña.
Hace poco, quedó aprobada en EE.UU. la "ley de derecho a defensa nacional para el año fiscal 2025" que refleja los más voluminosos presupuestos militares con un aumento de 8 mil 900 millones de US$ que el año pasado.
EE.UU. dice que esto es para la "defensa del territorio nacional" y el "enfrentamiento a las fuerzas hostiles del mundo", pero nadie prestará oídos a sus explicaciones prolijas.
Los gastos militares de EE.UU. ya ocupan el 40% de la suma total del mundo y superan la totalidad de los consumos militares de 10 países que le siguen en esta materia.
Su volumen será inimaginable si se toman en cuenta también los fondos que se desembolsan de manera informal en el dominio castrense, además de los gastos para la defensa publicados oficialmente por el gobierno.
Merece atención el hecho de que tales maniobras dementes ocurren no en el país adinerado sino en un "Estado con máxima deuda" cuya dimensión llega a más de 35 billones de US$.
Esto no es la inversión en la defensa ni tampoco la donación para la paz mundial.
Tanto ayer como hoy, EE.UU. desembolsa los colosales egresos militares no para defender su territorio sino para fomentar y ejecutar en diversas latitudes del mundo las guerras, choques, desordenes y matanzas.
A pesar del fuerte rechazo del interior y exterior del país, EE.UU. prolonga la contienda e incita el genocidio, brindando enormes recursos bélicos a los asesinos israelíes y los gángsteres militares ucranianos, lo que es el hecho irrefutable.
El mundo ve con sus propios ojos cuántas personas inocentes y niños pierden la vida, la esperanza y el nido de vida por las armas mortíferas de fabricación norteamericana y cómo sacan los provechos las industrias bélicas de EE.UU.
Al ubicar uno tras otro sus equipos militares sofisticados y propiedades estratégicas en la Europa, el Medio Oriente y la región de Asia-Pacífico, precisamente la Península Coreana, EE.UU. calienta la situación e instiga la carrera armamentista.
El mundo caótico y el disturbio a alcance global se deben enteramente a las persistentes maniobras de EE.UU. destinadas a incrementar la inversión militar.
Nacido con la agresión y exterminio masivo y sustentado de los mismos, EE.UU. despilfarra todos los recursos en el dominio militar, a pesar de la crisis de deuda más peor en su historia, a fin de satisfacer su codicia de reinar el mundo sólo con la superioridad de la fuerza y mantener su posición como la "única superpotencia" del mundo.
Es obvio que los gastos militares más voluminosos de este país anticomunista y más reaccionario se consumirán para agrandar más el peligro de choque militar en la Península Coreana y el resto de la región.
Para hacer frente a las tentativas de EE.UU. que navegan a contrapelo del deseo de la humanidad por la paz y vulneran la estabilidad del mundo, daremos más acicate este año también a la construcción de la autodefensa nacional, garantía fundamental para resguardar el pueblo y la soberanía, y seguiremos logrando éxitos considerables. -0-
www.kcna.kp (2025.01.17.)