Pyongyang, 12 de abril (ACNC) -- En los últimos tiempos, Japón tilda de "conjuntas" sus acciones militares de diferentes tipos.

Hace poco, con motivo de la visita a Japón del secretario de Defensa norteamericano, ambos países acordaron producir en común el misil aire-aire de último modelo "AIM-120".

Japón promueve el desarrollo conjunto de cazas de nueva generación con Gran Bretaña e Italia, la construcción conjunta del buque de guerra de nuevo tipo con Australia, la investigación conjunta con EE.UU. sobre el uso de las armas de microonda, y el mantenimiento y reparación conjuntos de buques y aeronaves de tropas norteamericanas.

Para colmo, se incorpora a los ejercicios militares conjuntos con la OTAN y otras fuerzas armadas de varios países no sólo en la región de Asia-Pacífico sino también más allá de su archipiélago.

Esto no significa la simple cooperación militar con el extranjero.

La ambición expansionista de Japón se vio restringida en virtud de diversos aparatos institucionales nacionales e internacionales, ya que es un criminal de guerra que había causado incontables pérdidas a los pueblos asiáticos en el siglo pasado.

Pero, el país isleño se libera ahora de todas las restricciones.

A citar un ejemplo, invalidó el principio de prohibición de exportación de armas que estaba en vigencia durantes varios decenios, y presentó los "tres principios de transferencia de pertrechos de defensa" que estipulan la exportación de armas no mortíferas, excepto al desarrollo y producción conjuntos internacionales. De esta manera, Japón puede desarrollar, producir y vender hasta las armas de ataque y las mortíferas en desacuerdo con la "defensa exclusiva".

El objetivo astuto que persigue Japón engañando a todo el mundo no es ganar el dinero sino modernizar en nivel sofisticado la industria bélica que sustenta en lo material y técnico su intento de convertirse en potencia militar y mejorar su capacidad de cumplimiento de guerra.

Pues, las acciones militares conjuntas de Japón no sólo causarán la aparición de un "simple ente" del Estado de guerra que persigue la nueva agresión, sino también darán a luz a una alianza militar exclusiva en la región de Asia-Pacífico, o sea, el bloque de guerra basado en la integración multilateral.

He aquí la verdadera intención de las acciones militares de Japón disfrazadas de "conjuntas".

Ya se ha fracasado su artimaña de hacerse un Estado de guerra y agresión, por encima de las restricciones jurídicas y la precaución de la sociedad internacional.

El país isleño debe tener presente que no puede ocultar sus malas entrañas y será el "blanco común" de los países regionales, por mucho que excuse sus acciones militares con el letrero de "conjuntas". -0-