Pyongyang, 20 de febrero (ACNC) -- Hace poco, EE.UU. obligó a Australia a pagar cientos de millones de US$ en virtud del convenio de venta de submarino nuclear "AUKUS" e intenta ahora ofertar a este país los submarinos nucleares de categoría Virginia.
El hecho no es una simple transacción monetaria, sino un pleno funcionamiento de la alianza nuclear presidida por EE.UU., así que es una tentativa peligrosa que lleva a peor fase la situación político-militar de la región de Asía-Pacífico, ya inestable.
Como saben todos, bien ilusionado con la toma de hegemonía, EE.UU. delineó una meta principal de contrarrestar y bloquear a los Estados regionales poseedores de las armas nucleares y vino recurriendo a la fabricación de una alianza nuclear para el fin.
Como una parte de sus maniobras, obró un ente conflictivo como "AUKUS" conocido como la "alianza de submarino de los anglosajones", menospreciando el sistema internacional de no proliferación nuclear so pretexto de la "cooperación tripartita en la esfera de seguridad".
Después de la organización de este bloque militar, fue concertado un convenio especial de seguridad con fines de compartir la tecnología de submarino nuclear y otras militares de punta entre tres firmantes, hecho que deja saber claramente la taima de esta liga.
En tal contexto, se promueve activamente la oferta del submarino nuclear a Australia por parte de la actual administración estadounidense.
Es insoslayable tal movimiento de EE.UU. que vulnera más la paz y estabilidad de la región.
EE.UU. ya inventó con la República de Corea fantoche la "guía de operación nuclear" y prometió lo que se incluirán las armas nucleares en la "entrega del disuasivo ampliado" a Japón, de manera que convirtiera en la indudable alianza nuclear el sistema de cooperación militar EE.UU.-Japón-República de Corea.
Si entra en operación "AUKUS", además de la alianza nuclear tripartita en funcionamiento, EE.UU. formará los asedios de diversos propósitos contra la RPDC y otros Estados poseedores de armas nucleares de la región de Asia-Pacífico, que impiden su intención de ganar la supremacía.
Es obvio adónde rectificará EE.UU. la puntería de dos bloques militares de carácter agresivo.
EE.UU. debe meditar bien cuáles consecuencias causará su aventurerismo militar de acarrear sin falta el nubarrón nuclear a la región de Asia-Pacífico.
No se saldrá con la suya el garrote nuclear de EE.UU. en esta región.
¿Podrían estar con los brazos cruzados los Estados regionales ante las imprudentes maniobras de EE.UU.? -0-
www.kcna.kp (2025.02.20.)